Huele a lavanda, huele a mar. Las flores silvestres sorprenden por su sencillez y belleza (deja la naturaleza ser ella misma). El agua de lluvia se acumuló en su interior y con el paso del tiempo ha adquirido tonos dorados, verdes y marrones. El viento se ha calmado y el sol, pequeño, en un lateral, brilla a pesar de que tú tienes el papel principal. Tu asa en tono marrón te abraza como un arcoiris. La Provenza.
Laura
120,00 CHFPrecio
20 * cm x 32 cm x 1 cm
* Con asa 37 cm